Las lámparas de pared son una solución ideal para iluminar zonas de paso o áreas localizadas junto a una pared. En el mercado hay una gran variedad de modelos disponibles, adaptables a todos los requerimientos estéticos y funcionales.
Al elegir una lámpara de pared hay que tener en cuenta el uso que se le va a dar:
- Si se quiere un aplique como punto de luz para la lectura, será imprescindible que concentre la luz hacia abajo.
- Si lo que se desea es una iluminación suave para una estancia, se puede optar por un tipo de lámparas que enfoquen el haz hacia el techo para crear un efecto difuso.
Existen muchas lámparas de pared de materiales muy variados: lámparas de yeso, apliques metálicos, plafones de pared con pantalla de plástico, cristal, tela... En función del material y color de la lámpara, ésta ganará más o menos protagonismo en la decoración de la estancia. Si no se desea que destaque demasiado, será una buena idea usar lámparas de yeso, ya que se pueden pintar del mismo color que las paredes y pasarán desapercibidas. Los apliques metálicos, en cambio, tienden a resaltar más y ganan presencia en el conjunto de la sala.
Los apliques de pared son una buena solución cuando se quieren dejar libres las mesas o mesitas. Una lámpara de pared con brazo articulado o flexible, por ejemplo, proporciona una iluminación perfecta para la lectura, ya sea para una butaca o en la cama.
El tipo de bombilla elegida dependerá del uso y atmósfera que se quiera crear. Las bombillas con luz natural son más adecuadas para la lectura o zonas de trabajo, mientras que la luz cálida es más aconsejable para habitaciones o salones donde se busque un ambiente confortable y relajante.
Finalmente, hay que elegir bien la altura donde instalar la lámpara de pared. Para conseguir una luz difuminada en la habitación, se pueden utilizar lámparas que proyecten la luz hacia arriba: habrá que dejar entre 30 y 50 cm de espacio entre la lámpara y el techo para que la luz se refleje de forma óptima. También hay que asegurarse de instalarlas por encima del nivel de la vista para que no molesten al caminar.
Hay que prestar especial atención a la hora de iluminar escaleras, es importante no olvidar que el punto de vista cambia en función de si se sube o se baja. Pensando en cuando se baja la escalera, hay que asegurarse de que las luces no molesten a la vista o cieguen, especialmente si el haz está enfocado hacia arriba.
Las lámparas de iluminación ambiental, en cambio, pueden colocarse al nivel de la vista y pueden sustituir una lámpara de pie. Además, si disponen de un reflector que proyecte la luz hacia abajo, también se pueden utilizar para iluminar zonas de trabajo o encimeras.
El tipo de bombilla dependerá del uso que se de a la lámpara. Su vida útil y eficiencia energética variarán según sean incandescentes, halógenas, fluocompactas o LEDs.
