La regulación automática es la mejor solución para mantener sin esfuerzo el agua de la piscina en buenas condiciones. El equipo se adapta a todos los tipos de sistemas de filtración y no requiere una gran modificación de la instalación ya existente. Se coloca después del filtro, antes de que el agua retorne a la piscina para evitar que las partículas en suspensión en el agua puedan dañar el equipo.
Hay dos parámetros importantes que el dispositivo regula:
- El pH: Es vital controlarlo. El PH es el indicador que mide la acidez o alcalinidad del agua, una característica química de la que dependerá cómo reaccionan todos los productos químicos que se usen para el tratamiento del agua de la piscina. Se considera que el agua es ”neutra” cuando el nivel de PH se encuentra entre 7,2 y 7,6. En caso de estar fuera de estas variables, será necesario regularlo con productos químicos específicos.
- El redox: Es el potencial de reducción-oxidación del agua. Este parámetro se emplea para determinar la capacidad de esterilización del agua e indica la falta o exceso de cloro en nuestra piscina. El equipo regula en consecuencia la proporción de cloro en el agua.
A la hora de elegir la regulación automática deben tenerse en cuenta tres aspectos: el volumen de la piscina, el tipo de regulación y la bomba dosificadora.
1. El volumen de la piscina
Los diferentes modelos que ofrecen los fabricantes dentro de cada gama se distinguen principalmente por la capacidad de inyectar producto corrector en la piscina. A mayor volumen de agua a tratar, mayor ha de ser la capacidad del equipo de inyectarla, por lo que es muy importante dimensionar bien el equipo en relación al volumen de la piscina.
2. Tipo de regulación
Es posible elegir el tipo de regulación que se desea automatizar: solo pH, solo redox o las dos juntas. Este último tipo es el más interesante, ya que garantiza un agua en perfectas condiciones y sin esfuerzo.
3. Bomba dosificadora
La bomba dosificadora es imprescindible para que el equipo pueda inyectar el producto corrector en el vaso de la piscina. Hay modelos que la incorporan de serie y otros en los que hay que comprarla aparte. Eso permite escoger la más adecuada para la instalación.
La instalación de este producto automatiza la regulación de parámetros importantes a la hora de mantener perfecta el agua de la piscina. No olvides comprobar periódicamente su estado para corroborar su correcto funcionamiento o detectar anomalías que puedan poner en riesgo la calidad del agua y la salud de los bañistas.
