El vidrio o lecho filtrante es la arena o material que el filtro de piscina lleva en su interior. Al entrar el agua en el filtro pasa por la arena y deja en ella las partículas en suspensión que contiene. Los medios filtrantes tienen un tiempo de vida limitado y es importante realizar un buen mantenimiento para garantizar la calidad de la filtración.
Antiguamente se usaba siempre arena para la filtración del agua pero hoy en día hay tres tipos diferentes de medios filtrantes:
1. Vidrio filtrante
El medio filtrante vítreo es respetuoso con el medio ambiente, está fabricado con vidrio reciclado y se presenta en sacos de 25 kilogramos. Es más eficiente ya que ahorra en lavados y en agua, así como en costes energéticos y tratamientos químicos.
Gracias a su forma angular y su contenido en sílice mejora un 30% la turbiedad y generalmente recoge partículas más finas del agua que su equivalente en sílex. Su calidad no porosa hace que no se formen terrones ni canales preferenciales como ocurre con el sílex (arena). Su permeabilidad es superior, los lavados requieren menos tiempo y con ello se ahorra agua, energía y tratamientos químicos.
También hay que destacar que se conserva más limpio. Gracias a su superficie lisa, es más difícil que las bacterias se acumulen y por eso hay que usar menos cantidad de productos químicos. Es menos denso que el sílex, requiere 10% menos de producto y tiene una vida más larga porque no se degrada y no necesita cambiarse.
2. Medio filtrante zeolitas y diatomeas
Las zeolitas son un material poroso de origen natural, supera la calidad de filtración de los sustratos clásicos como la arena sílex y es comparable a la de las diatomeas, con un precio más ajustado y una duración mucho mayor. Las diatomeas CELITE 545 son fósiles de origen marino, con gran diversidad de formas, que favorecen la retención de las partículas en suspensión y eso aumenta su rendimiento.
3. Arena y grava silícica
Sin duda la arena o sílex son los materiales más usados en las piscinas domésticas. La arena retiene la suciedad del agua cuando pasa a través de los poros que se forman en ella debido a su forma irregular. Como inconveniente, la arena precisa de mantenimiento ya que si se forman canales en ella, el agua pasa directamente de vuelta a la piscina sin ser filtrada. Otro de los inconvenientes es la capacidad que tiene la arena para retener bacterias y microorganismos, pudiendo ocasionar la proliferación de éstos en el interior del filtro.
Se pueden encontrar distintas granulometrías (densidades) de arena. Habitualmente la arena más gruesa se coloca en la parte inferior del filtro y la más fina en la parte superior. Esto se hace para evitar que la arena fina pueda colarse por los difusores del filtro ensuciando el agua de la piscina y tornándola de un color marrón.
