El inicio de la primavera es la época perfecta para preparar el acolchado o mulching, una técnica tradicional y totalmente ecológica, con la que se protege y nutre el suelo del cultivo. Consiste en crear un capa protectora con material natural, que crea un microclima óptimo para el desarrollo de las plantas gracias a la humedad, el calor y los nutrientes que genera esta cubierta y que son muy beneficiosos para las plantas.
Favorece la formación de nitrógeno en el suelo y aumenta de manera progresiva la estructura y riqueza de este, ya que va añadiendo poco a poco nueva materia orgánica. Además, impide con mucha eficacia el crecimiento de las malas hierbas.
Esta técnica es especialmente recomendable para huerto situados en climas más bien cálidos, ya que en otro más fríos las plantas necesitan recibir más luz solar y el acolchado puede ser un impedimento. Por otra parte, utilizado en cultivos trasplantados obtiene unos resultados muy positivos, mientras que las siembras directas necesitan más cantidad de luz solar para germinar adecuadamente.
El acolchado es muy simple: cubrir el terreno con material natural, pero ¿con qué? A continuación te dejamos algunos ejemplos:
- Paja
- Acículas o agujas de pino
- Cebada
- Restos de poda: triturados, tienen una descomposición muy lenta y aportan tantos nutrientes que apenas necesitarás otro tipo de abono. Suele utilizarse en árboles frutales.
- Césped o hierba segada: utiliza una capa fina, evita que sea gruesa ya que sino puede llegar a impedir la transpiración y pudrirse. Por el contrario a los anteriores, tiene una descomposición muy rápida, por lo que posiblemente tengas que renovar el acolchado.
- Acículas de pino: conseguirás grandes cantidades con facilidad ya que las coníferas las liberan con mucha frecuencia. Pero ten cuidado, mejor no utilizarlas si no tienes un suelo alcalino (suelos arcillosos con pH elevado, >9) ya que pueden acidificar el terreno.
- Abonos verdes: estas plantas se cultivan con el propósito de ser sustento natural para otras plantas en el futuro. Algunos ejemplos de abono verde son la cebada, la avena, el centeno, el trébol o el mijo.
- Compost y hojas caídas: estos materiales orgánicos también son perfectos para el acolchado, además de ser reutilizados de una manera muy productiva. Las hojas tienen una descomposición muy fácil, tendrá un efecto muy positivo pero al igual que con el césped quizás tengas que reponerlo al poco tiempo.