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Siempre puedes utilizar una manguera para limpiar en el exterior, pero si utilizas una hidrolimpiadora conseguirás mejores resultados en la limpieza, consumiendo mucha menos agua y reduciendo enormemente el esfuerzo y el tiempo que dedicas a estas tareas. En esta guía de compra te ayudamos a elegir una hidrolimpiadora.
Tal vez estás pensando en adquirir una sólo para lavar el coche. Antes de decidirte, tienes que saber que además del coche, según el modelo que elijas también podrás limpiar las bicicletas, la moto, la caravana, los muebles y las herramientas de jardín, la fachada, la valla, los suelos, los paseos y las escaleras, la piscina… En definitiva, casi todo lo que pueda haber en el exterior de tu casa.
- Características técnicas
- Cómo funciona una hidrolimpiadora
- Partes de una hidrolimpiadora
- Presión, caudal y potencia
- Aspectos ergonómicos
Características técnicas
Las hidrolimpiadoras pueden ser eléctricas o de gasolina, pero las que utilizamos en casa, las que se fabrican para uso doméstico o semiprofesional, suelen llevar motores eléctricos que no exigen mantenimiento. Estas últimas son las que vamos a tratar en este artículo.
Cómo funciona una hidrolimpiadora
Todas las hidrolimpiadoras funcionan igual: convierten el agua del grifo en agua a presión, que consigue eliminar en muy poco tiempo la suciedad incrustada. También permiten dirigir con mucha precisión el chorro de agua sobre aquello que queremos limpiar. Estos dos aspectos hacen que consuman muy poca agua, pero que sean muy eficientes. La mayor parte de ellas toman el agua de la red, pero algunas también pueden cogerla de un depósito, por lo que resultan ideales si tienes un depósito para agua de lluvia en el jardín.
El motor eléctrico acciona una bomba que se encarga de darle presión al agua. El agua presurizada sale por la manguera y llega a la pistola, de donde pasa a la lanza y luego a la boquilla, que al ser de dimensiones muy reducidas, aumenta la velocidad de salida del agua. La apertura de la boquilla se puede regular para conseguir un chorro fino y concentrado, muy eficaz para desincrustar la suciedad; o más abierto, para limpiar superficies más grandes.
A continuación puedes ver los elementos de una hidrolimpiadora:
Partes de una hidrolimpiadora
En esta imagen puedes ver las distintas partes de una hidrolimpiadora:
Las piezas de las hidrolimpiadoras domésticas son de plástico, por eso son tan ligeras y manejables. Las máquinas semiprofesionales ya incorporan algunas piezas metálicas que las hacen más duraderas y resistentes. Los pistones que van alojados en la bomba suelen ser metálicos, pero algunos modelos semiprofesionales llevan pistones cerámicos. Los cerámicos aguantan mejor las altas temperaturas que se producen por el rozamiento y por tanto, prolongan la vida útil de la máquina. También encontrarás hidrolimpiadoras que llevan lanzas o pistolas metálicas, sobre todo en los modelos semiprofesionales. Las de plástico dan muy buen resultado, pero las metálicas son más resistentes y duraderas.
- Las mangueras: Pueden ser de plástico o de goma reforzada. Las de goma aguantan mucho mejor la presión interior del agua y se deterioran menos al arrastrarlas por el suelo. A la hora de elegir la máquina ten en cuenta también la longitud de la manguera, ya que cuanto más larga sea con más facilidad podrás limpiar las superficies más grandes.
- La temperatura: Aunque las hidrolimpiadoras domésticas y semiprofesionales trabajan con agua fría, algunos modelos admiten la entrada de agua caliente a la temperatura máxima de 40ºC y otros a la de 60ºC. El agua caliente tiene mayor poder desengrasante que el agua fría, pero es recomendable no excederse con el uso de agua caliente porque puede deteriorar algunas de las piezas del motor o la bomba. Es mejor utilizar agua fría e incrementar su eficacia limpiadora con un detergente antigrasa.
Entre las hidrolimpiadoras domésticas podrás encontrar algunos modelos ecológicos. Estas máquinas, además de estar fabricadas con materiales especialmente respetuosos con el medio ambiente, te permiten seleccionar un modo de funcionamiento ecológico que ahorra en el consumo de agua y obtiene más rendimiento del motor con menor consumo eléctrico.
Presión, caudal y potencia
Hay tres datos técnicos que determinan que tipo de trabajos puedes realizar con cada modelo de hidrolimpiadora: la presión, el caudal y la potencia del motor.
Para los trabajos más intensivos necesitamos más presión en el chorro, para desprender la suciedad, y más caudal (más cantidad de agua) para hacer el trabajo más rápido. Ahora bien, estos datos no bastan: para los trabajos de mayor envergadura, que requieren que el motor esté funcionando más tiempo, es necesario utilizar máquinas con motor refrigerado por aire.
Te lo explicamos mejor con un ejemplo: no se tarda lo mismo en lavar un coche que en limpiar la fachada de una casa o una piscina. Cuando vas a realizar un trabajo que exige que el motor de la hidrolimpiadora esté funcionando mucho tiempo de manera continuada, necesitas una máquina con un motor refrigerado por aire.
Es decir, para realizar este tipo de trabajos más duros, tendrás que elegir una hidrolimpiadora doméstica con un motor de 1.800 W de potencia como mínimo (que te va a proporcionar una presión de 130 bares y un caudal de más de 400 litros por hora) o una hidrolimpiadora semiprofesional.
Si te vas a limitar a limpiar el coche, las bicicletas o los muebles de resina del jardín, también puedes adquirir una hidrolimpiadora más básica y mejorar su eficacia añadiéndole accesorios específicos como, por ejemplo, un kit para la limpieza del coche.
Aspectos ergonómicos
Tanto las hidrolimpiadoras domésticas como las semiprofesionales incluyen en su diseño multitud de elementos para hacerte más cómoda la tarea de limpiar. Son ligeras y tienen ruedas para que puedas trasladarlas de un sitio a otro con el mínimo esfuerzo.
Los accesorios se colocan con conexiones rápidas, sin herramientas, y suelen tener alojamientos en la propia máquina para que también te resulte sencillo trasladar todos los elementos y almacenarlos organizados, ocupando el mínimo espacio.
Existe una amplia gama de detergentes específicos para distintas superficies (de cristal, piedra, madera, plástico…) que incrementan la capacidad de limpieza del agua a presión. Las máquinas más básicas suelen llevar un depósito. Los modelos con más prestaciones tienen la posibilidad de utilizar botellas de detergente que se conectan directamente a la máquina y que permiten el cambio rápido de un tipo de detergente a otro en función del objeto que estés limpiando, sin necesidad de vaciar el depósito.
Algunos modelos disponen también de un regulador para controlar la cantidad de detergente que quieres incorporar al agua. Algunas hidrolimpiadoras llevan un enrollador de manguera que hace más cómodo tanto su uso como su almacenaje.
Si quieres conocer más visita nuestro post sobre Cómo elegir accesorios para una hidrolimpiadora >