Muchas horas de luz, temperatura ideal, frutos y más frutos… ¡Con la entrada del verano el huerto está rebosante de vida! Es una época de lozanía y la mayoría de cultivos se producen con mucha abundancia, pero además de una gran alegría esto también conlleva trabajo. Dependiendo de la zona en la que vivas, será recomendable que realices las tareas del huerto a primera hora de la mañana o sino, al final de la tarde, para evitar los momentos del día más calurosos.
Si tienes un huerto más o menos grande es muy posible que no puedas asimilar todo lo que cosechas, así que para no echar a perder lo que no puedas consumir en casa en el momento, una muy buena idea es preparar todo tipo de conservas (salsas, mermeladas, conservas en vinagre...). Tiene su ciencia y requiere algo de paciencia, ¡pero agradecerás haberlo hecho cuando llegue el otoño!
Tareas a realizar:
- Desherbar: en junio se deben reemprender las tareas de eliminar las malas hierbas. En verano es recomendable tener controlada la aparición de estas hierbas ya que pueden quitarle mucha agua a nuestras plantas, además de luz y demás nutrientes.
- Si durante la primavera has acolchado parte de tus cultivos, deberás revisar su estado y dependiendo del material que utilizaras para ello (tienen ritmos de descomposición diferentes) tendrás que renovarlo.
- Ahora que las verduras, hortalizas y frutas están creciendo mucho es necesario revisar los tutores que tengas instalados y quizás los refuerces, ya que ahora las plantas soportan más peso que cuando los colocaste. Los pimientos y los tomates son un buen ejemplo de ello.
- Otro aspecto muy importante a tener en cuenta en el huerto es evitar la floración y fructificación indeseada de los cultivos: es aconsejable cubrir del sol algunas plantas, como las lechugas, rábanos o las espinacas; cuyos flores o frutos no son comestibles o no son el objetivo que se busca al cultivarlos.
- Cebollas y ajos: se deben quitar las hojas que empiecen a amarillear y pasados unos 20 días ya los podrás cosechar.
Siembras y trasplantes
Es un momento óptimo para sembrar las hortalizas que se recolectarán en otoño e invierno, como el cardo, la coliflor o el repollo. Por otra parte, aún estás a tiempo de sembrar judías, lechugas, acelgas, zanahorias, etc.
Riego
En este mes, que empieza a ser bastante caluroso, conviene regar con abundancia y con más frecuencia durante las horas más frescas del día, para que el agua no se evapore y puedan absorverla las plantas. Intenta no mojar las flores, frutos y hojas, sino dirigir el riego a la tierra.
Cosecha
Ahora toca la recolección de los guisantes, rábanos, lechuga, acelgas, canónigos, tomates, pimientos, cerezas...