Las algas enturbian el agua de la piscina, dándole un tono verde o marrón característico. Por sí mismas no son nocivas para los bañistas, pero su presencia facilita la aparición de bacterias y otros organismos que sí pueden llegar a ser perjudiciales para la salud. Para disfrutar de una agua limpia y cristalina, se debe intentar mantener la piscina libre de algas. Es más fácil prevenir que remediar y, con un poco de cuidado, puedes impedir que tu piscina quede totalmente verde.
1. Cómo prevenir la proliferación de algas
Las algas pueden aparecer en la piscina con la lluvia, la caída de hojas, la tierra o cualquier otro tipo de transmisor. Es imposible evitar que lleguen, sin embargo, se pueden mantener bajo control con unas sencillas precauciones.
El foco más importante para la aparición de algas son los residuos. Es muy importante que mantengas limpios tanto el fondo como las paredes de la piscina, así como las cestas del skimmer y la bomba. Un limpiafondos automático puede ser muy útil para evitar que la suciedad se deposite en el fondo. Si no dispones de ninguno, utiliza un cepillo para limpiar el fondo y las paredes al menos una vez por semana. De esta forma, eliminarás las algas y esporas adheridas a la superficie de la piscina.
Por otro lado, es importante mantener los niveles de pH y cloro en los valores óptimos. El valor del pH es especialmente importante. Si se encuentra por encima o por debajo del rango comprendido entre 7,2 y 7,6, el cloro pierde efectividad y no será capaz de eliminar las esporas y algas presentes. Si te interesa profundizar un poco más sobre este tema, no te pierdas este post: Todo lo que necesitas saber sobre el pH en la piscina.
El sistema de filtrado debe funcionar como mínimo 8 horas al día, para asegurar una buena depuración. Debes limpiar periódicamente el filtro, siempre que detectes que la presión aumenta, para eliminar las algas que se van depositando el él.
Hay que prestar especial atención a las piscinas que se encuentran en zonas con un clima muy caluroso, ya que las algas proliferan más rápidamente en aguas templadas.
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2. Cómo eliminar las algas
Pese a toda precaución, a veces es imposible evitar la proliferación de algas en la piscina. Si eso ocurre, hay que realizar un tratamiento de choque para eliminarlas:
1. En primer lugar, debes frotar las paredes y el suelo de la piscina para desprender la mayor cantidad posible de algas adheridas. Eso hará que el tratamiento sea más efectivo. Una vez limpia, comprueba que el pH del agua esta dentro de los parámetros adecuados (7,2 – 7,6).
2. Asegúrate de que el filtro está limpio para tener una máxima filtración y después añade un tratamiento de choque con cloro. Este tratamiento consiste en echar una dosis de cloro superior a la habitual para eliminar completamente todas las algas presentes en la piscina. Te aconsejamos que leas las instrucciones del fabricante para calcular la cantidad correcta en función del volumen de tu piscina.
3. Una vez tengas el cloro en el agua, haz funcionar la bomba durante un mínimo de 24 horas, haciendo un retrolavado del filtro si la presión aumenta. Pasado este tiempo, si aún hay restos de algas, tendrás que repetir el tratamiento hasta asegurar su completa eliminación. Ten en cuenta que si quedan restos, éstas se volverán a reproducir y el agua volverá a quedar completamente verde.
4. Finalmente, una vez tengas el agua cristalina y limpia, espera a que el nivel de cloro descienda antes de bañarte.
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