¿Quieres pulir un suelo de madera, lijar una pared o renovar un mueble antiguo consiguiendo un acabado perfecto?
Una lijadora es una herramienta que sirve para alisar o pulir cualquier tipo de suelo o superficie, más o menos grande, ya sea de madera, metal, mármol, yeso, vidrio... Con ella podrás también realizar proyectos más pequeños de bricolaje casero como sacar el barniz, la pintura o el óxido de un mueble, una puerta, una pared o un tablero. Es importante que recuerdes que no todas las lijadoras sirven para realizar el mismo tipo de trabajo. Como ocurre con muchas otras herramientas, existen lijadoras con características y funcionalidades diferentes. Para elegir la más adecuada, debes tener en cuenta el trabajo y el material de la superficie que quieras tratar.
Tipos de lijadora
Lijadora orbital
La lijadora orbital consta de una base o disco de lijado rectangular que realiza un movimiento rápido circular. Es ideal para trabajar superficies grandes y lijar esquinas y cantos. Puede trabajar todo tipo de superficies pero está especialmente indicada para la madera, por eso es la herramienta que no debe faltar en cualquier carpintería. Es resistente y cómoda de usar gracias a su diseño ergonómico. Los nuevos modelos suelen llevar incorporado un sistema de aspiración de polvo que evita la suciedad y permite un trabajo más limpio.
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Lijadora rotorbital
La lijadora rotorbital o excéntrica tiene una base redonda y combina movimientos rotatorios y oscilantes. Es perfecta para trabajos de carpintería y para lijar superficies tanto planas como curvas. Sin embargo, con ella no podrás trabajar bien esquinas y rincones. Son máquinas muy potentes, que pueden pulir superficies medianas y grandes y garantizan un acabado perfecto. Gracias al movimiento combinado que realiza la lijadora rotorbital es muy versátil y puede tanto lijar como pulir superficies.
Lijadora de banda
La lijadora de banda es una herramienta de más peso y gran potencia que funciona con el movimiento de una banda abrasiva. Es una máquina menos precisa y realiza un acabado menos fino que las anteriores, pero permite trabajar con comodidad grandes superficies de madera o suelos con barniz para renovar. Su uso suele ser más industrial. Si la vas a utilizar es importante que la pruebes primero y adaptes su potencia a la superficie que quieras trabajar para evitar lijar más volumen de material que el deseado.
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Lijadora delta
La lijadora delta tiene una forma triangular que permite que con ella llegues a cualquier rincón o esquina. Es una herramienta pequeña y muy manejable, ideal como herramienta auxiliar. Es fácil de usar, es ideal para trabajos caseros y perfecta para restaurar muebles, trabajar pequeñas superficies con precisión o zonas de difícil acceso.
Multilijadora
Otra posibilidad que puede resultar útil es una multilijadora o lijadora multifunción: con un simple cambio de disco lijador, podrás realizar las mismas funciones que una delta, orbital o excéntrica. Es fácil de usar, manejable, ideal para pequeños trabajos y muy versátil: podrás adaptarla en todo momento al tipo de superficie que estés trabajando.
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Consejos para lijar correctamente:
- Usa la herramienta manteniéndola siempre en movimiento, con ello garantizarás un lijado regular.
- Evita presionar la máquina cuando estés lijando, una pasada suave será suficiente.
- Sea cual sea el material de la superficie que estés trabajando, empieza por usar una lija de grano grueso y en cada pasada usa siempre una de grano más fino.
- Si vas a trabajar madera, recuerda que debes dirigir la lijadora en la dirección o sentido de la veta.
- Utiliza siempre mascarilla y gafas para protegerte del polvo y del material que pueda saltar mientras usas la lijadora.
- Espera a que la máquina esté del todo parada antes de retirar las manos de ella.
