El martillo es una de las herramientas más antiguas que existen y uno de los utensilios básicos e imprescindibles para realizar cualquier trabajo de bricolaje. Hay una extensa variedad de martillos, en función de su forma, tamaño o peso. Los diferentes estilos de martillo reflejan la variedad de sus usos: un martillo puede servir para clavar, desclavar, romper, desplazar o para trabajar diferentes tipos de superficies: madera, chapa, roca...
Normalmente para tu equipo de bricolaje casero no necesitarás más de uno o dos martillos distintos. Sin embargo, para que tengas la información completa, en este post haremos un repaso de los diferentes tipos de martillos: qué forma tienen y para qué se usan.
1. Partes de un martillo
Un martillo es una herramienta sencilla de trabajo compuesta de dos partes:
- Cabeza: es la parte que golpea la superficie que se quiere trabajar. Puede tener varias formas, en función de su uso y está elaborada con hierro o acero para que sea muy resistente. La cabeza tiene a su vez dos partes opuestas: la mocheta o parte más contundente del martillo y la boca.
- Mango: es la parte larga del martillo que sirve para agarrar y que se adapta a la mano. Tradicionalmente está hecho de madera aunque hoy en día los encontrarás también de otros materiales como plástico o acero cubierto de goma para evitar que la mano resbale al usar el martillo. El mango debe garantizar que el martillo golpee de forma contundente pero a la vez amortiguada, para que tu muñeca no sufra al usarlo.
2. Tipos y usos de un martillo
- martillo de bola
- martillo de ebanista
- martillo de chapista
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- Martillo de bola: este tipo de martillo presenta su cabeza por un lado plana y por el otro en forma de bola. Es ideal para mecánicos o cerrajeros y se usa para dar forma, remachar el metal o para trabajar con chapa.
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- Martillo de ebanista: te tipo de martillo presenta por un lado una mocheta plana y cuadrada, mientras que la boca tiene forma de cuña y es más fina para poder dar golpes más precisos. Este tipo de martillo no puede faltar en ningún equipo de bricolaje, es el martillo clásico que hay en todas las casas. Se usa habitualmente para clavar clavos o clavijas en la madera e indistintamente para trabajos de ebanistería, carpintería o cerrajería.
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- Martillo de chapista: este tipo de martillo tiene tanto la mocheta como la boca redondas, es un martillo más blando y delicado. Habitualmente se usa para alisar chapas de automóviles o para tratamientos de desabollado.
- martillo maceta albañil
- martillo con orejas
- Martillo tipo maceta de albañil: su cabeza tiene los dos extremos iguales, mocheta y boca están equilibradas para poder realizar impactos enérgicos y contundentes. Lo usan canteros y albañiles y es ideal para realizar pequeños trabajos de demolición.
- Martillo con orejas: es el martillo común usado por carpinteros. Su mocheta es plana y la boca suele tener dos dientes para poder sacar clavos. Es otro de los martillos habituales en cualquier casa, ideal para tareas domésticas como clavar y desclavar.
Además de estos tipos más generales de martillos, existen también muchos otros usados para trabajos más específicos como martillos de geólogo, de joyero, de cincelador, de tapicero, de caucho, de zapatero, de planchista, etc.
Por otra parte, hoy en día encontrarás también martillos que funcionan eléctricamente. Se denominan martillos mecánicos y están preparados para golpear o romper superficies duras en muchos pedazos. Son como taladros portátiles que pueden ser muy pesados.