Cómo diseñar un sistema de riego automático

Un sistema de riego automático permite ahorrar tiempo y aporta un riego concreto y eficaz, siendo una de las opciones más cómodas y productivas para regar, pero para que realmente sea provechoso es muy importante dedicarle atención a su organización y diseño. En este artículo te explicamos cómo hacerlo detalladamente.

Pasos a realizar:

1. Dibujar un plano de la planta de tu jardín y copiarlo en una hoja cuadriculada
2. Seleccionar los difusores y aspersores teniendo en cuenta la superficie a regar
3. Medir la presión y el caudal disponible en tu vivienda
4. Dividir el sistema de riego en varios circuitos independientes

Material y herramientas que necesitas:

• Hoja de papel en blanco
• Hoja de papel cuadriculada
• Cinta métrica
• Lápiz
• Dos compases
• Rotulador
• Regla
• Goma de borrar
• Manómetro

1. Dibuja tu parcela

1. Toma todas las medidas de las zonas que quieras regar.
2. Dibuja un croquis de tu jardín, incluyendo la ubicación de tu casa y los límites de la parcela. Añade todos los detalles que puedas: aceras, patios, entradas…
3. Indica las zonas que quieres regar y las que no. Presta atención a las plantas altas u otros posibles obstáculos que puedan impedir la correcta distribución del agua. Dibuja también los parterres o zonas que necesiten un riego diferente, como por ejemplo zonas con varias macetas que necesiten un sistema de goteo.
4. Cuando hayas completado el croquis, dibújalo con cuidado y detalle en una hoja de papel cuadriculado, respetando las medidas que hayas tomado con la máxima exactitud posible.

2. Elección de los emisores: difusores y aspersores:

Los emisores se eligen teniendo en cuenta sus capacidades de alcance y de caudal. Para conseguir una cobertura uniforme los alcances de los emisores deben solaparse, es decir, deben regar uno encima de otro la misma zona. La distancia ideal entre los emisores es la del radio de alcance que tienen. Este dato suele estar indicado en una tabla de características incluida en el producto.

Tipos de emisores:

• Difusor: su riego es fijo (aunque según el tipo de difusor, se puede regular el ángulo) y suele tener un alcance reducido o medio. Son muy útiles para regar zonas con poco espacio, como las esquinas o cultivos y jardines pequeños.
• Aspersor: están diseñados para abarcar espacios grandes (su alcance suele situarse entre los 7 y 20 metros) y su ángulo de riego va girando, regando diferentes zonas.

Dibuja la zona de riego de cada emisor: utiliza un compás para marcar las zonas regadas por los difusores.

1. Comienza cubriendo las esquinas con emisores de 90º.
2. A continuación cubre los bordes con difusores de 180º.
3. Si te quedan zonas centrales sin riego o con muy poco (no se solapan los emisores) puedes complementarlas con difusores de 360º.

Teniendo en cuenta las indicaciones anteriores, presta ahora atención a este ejemplo:

• 2 zonas (verde y azul) que miden más de 5m de diámetro. En este caso la mejor opción es instalar aspersores.
• 1 zona (roja) que mide menos de 5m de lado. Un sistema de difusores es el más recomendado.

3. Medir la presión y el caudal disponibles en tu vivienda

La presión se mide en kilogramos por centímetro cuadrado (kg/cm²) o en bares. Puedes medirla colocando un manómetro en la toma de agua que quieres utilizar para el riego. Si no dispones de manómetro, puedes consultarle a tu compañía de agua este dato. Un riego adecuado requiere al menos 2 kg/cm² (2 bares) de presión. Si tu presión es mayor de 5 kg/cm² (5 bares) necesitarás un reductor de presión.

El caudal se mide en metros cúbicos por hora (m³/h) y viene indicado en el contrato de la compañía del agua. Sin embargo, te recomendamos que lo compruebes tu mismo: utiliza la toma de agua más cercana al contador para llenar un cubo de 10l de agua y mide el tiempo en segundos que tarda en llenarse.

4. Distribución y sectorización del circuito

A menos que tengas un jardín muy pequeño, es posible que no cuentes con el caudal de agua suficiente como para regar simultáneamente todo el espacio. Por lo tanto, es importante y necesario dividir el sistema de riego en varios sectores independientes.

Cada sector deberá contar con una tubería propia para que pueda funcionar con independencia de los demás. Cada uno de los circuitos deberá estar controlado por una electroválvula y un programador. Puedes controlar de forma manual el riego con llaves de corte, pero es una opción poco aconsejable.

¿Por qué son necesarios diversos circuitos?

Siguiendo este ejemplo, el contador del agua de la toma de riego sólo proporciona 3m³/h, pero para regar toda la zona con un mismo circuito se necesitan 9m³/h. La solución es dividir el terreno a regar en tres zonas y que cada una tenga un circuito propio, que funcione a través de una electroválvula (producto que abre y cierra el paso del agua por una tubería). Las tres electroválvulas funcionarán sucesivamente, es decir, una detrás de la otra.

Fórmula de cálculo

Ahora te mostramos la fórmula que debes aplicar para saber en cuantas zonas o sectores (con sus circuitos independientes) necesitarás dividir el espacio a regar.

Puedes calcular el caudal total necesario conociendo cuanta agua necesita cada emisor y sumándolo. Esta información también la encontrarás en la tabla de características que incluye cada producto, como hemos comentado anteriormente.

Sobre todo, es importante que no mezcles aspersores y difusores en el mismo sector. Tienen distintas velocidades de aplicación:

• Difusores: de 7 a 8 min/día
• Aspersores: de 20 a 30 min/día

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