Si buscas una alternativa a la cloración química de la piscina, la cloración salina es una solución que desinfecta el agua de forma sostenible mientras provoca menos irritaciones. En este post te contamos cuáles son sus beneficios.
La cloración salina o electrólisis de sal evita el uso de productos químicos para la desinfección del agua a la piscina. En su lugar, usa la sal común para dicha desinfección que mediante la corriente eléctrica de un electrodo se convierte en cloro.
La cloración salina ofrece muchas ventajas frente al tratamiento clásico del agua realizado con cloro o productos químicos.
Ventajas de la cloración salina
1. Limpieza y confort: La cloración salina mantiene desinfectada el agua automáticamente y consigue que esté más limpia. El cloro producido mediante el proceso de electrólisis es más natural y provoca menos irritaciones en los ojos y las mucosas. Además, hace que desaparezcan los olores y sabores típicos del agua de piscina.
En la sala de la depuradora con cloro tradicional se crean ambientes corrosivos y perjudiciales tanto para los equipos de la depuradora como para las personas. La cloración salina evita este problema ya que el cloro se produce dentro de la tubería y se dirige directamente a la piscina.
2. Ahorro: Aunque la inversión inicial es superior, la cloración salina puede generar un ahorro de hasta un 90%, ya que no tendrás que comprar cloro. Los únicos productos que necesitarás son estabilizante (solo en la puesta en marcha del equipo), reductor o aumentador de pH y sal para piscinas o sal común con un índice de pureza mínimo del 90%. Por otra parte, el consumo eléctrico de la electrólisis es mínimo, así que la factura de la luz no aumentará.
3. Sostenibilidad: Al no necesitar cloro, se evita también su almacenamiento y los gases tóxicos que se puedan producir en los locales técnicos. Este tipo de sistemas funcionan con un voltaje equivalente al de una bombilla, así que el consumo de electricidad se reduce.
Cómo funciona la cloración salina
A continuación te explicamos los pasos a seguir para conseguir el correcto funcionamiento del equipo de electrólisis salina:
- Añade sal común al agua, aproximadamente 4 gramos por litro (una proporción nueve veces menor que la de la sal en el mar. Proporcionalmente una cantidad parecida a la sal contenida en una lágrima).
- Una vez disuelta la sal (cloruro sódico), el equipo aplica una corriente eléctrica mediante el electrodo, se separa el cloro del sodio y ese cloro se convierte en el producto desinfectante que el agua requiere para destruir todos los microorganismos que se hayan podido generar.
- Cuando el cloro ha cumplido su función como agente desinfectante, se vuelve a convertir en sal. De esa manera, la concentración de sal permanece constante y sólo hay que hacer pequeñas reposiciones cuando hay pérdidas producidas por los lavados del filtro.
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